El resultado de un estudio hecho por un investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México y de la Universidad de Columbia, Nueva York, revela que más del 63 por ciento de las 2 mil 441 presidencias municipales del país están infiltradas por el narcotráfico y que de éstas, 8 por ciento están totalmente bajo su control.
Esta hipótesis no resulta tan descabellada ante la evidencia que nos arrojan las recientes ejecuciones de alcaldes en el país, que suman 10 en lo que va del año, lo que nos debería llevar a analizar con mucho cuidado algunas propuestas de combate a la inseguridad.
La propuesta de desaparecer las policías municipales, para unificarlas a un esquema de “policía única” que opere a nivel nacional, es un tema que podría replantearse con base en las distintas realidades del país y evitar que se convierta en una decisión de escritorio para cambiar el “organigrama” policial de la República.
En el país contamos con municipios que tienen policías preventivas bien preparadas, equipadas y capacitadas para hacer frente al crimen organizado. Sin embargo, hay que reconocer que hay muchos gobiernos municipales con una fuerza policial muy disminuida y que son blanco fácil para la delincuencia. Ahí es donde podrían plantearse estrategias para fortalecer la seguridad pública desde la óptica municipal, que es donde se conoce el problema real de la inseguridad.
Pongo el ejemplo de Chihuahua. Hasta 2009 era la entidad con mayor número de funcionarios ejecutados de los tres niveles de gobierno. Entre 2008 y 2009 se perpetraron 61 homicidios, entre ellos de alcaldes y ex alcaldes, directores de policía, regidores y un marshall de Estados Unidos. No podemos pensar en la misma estrategia para combatir “municipalmente” la inseguridad en Chihuahua que en Yucatán.
En esta “guerra” contra el crimen se utilizan “tácticas de guerra” y no estrategias policiales que permitan, a través de una verdadera labor de inteligencia, combatir la criminalidad. No se trata de sacar a todo el Ejército a patrullar las calles y contar los muertos de uno y otro lado para saber quién “va ganando”. Se trata de terminar con esta delicada situación que vive el país y que parece no tener fin. Así nos verán en el próximo centenario de la Independencia. Twitter @AdolfoOrtegaO
*Columna de Adolfo Ortega Osorio, Presidente de la CEDHQ, publicada el Lunes 27 de Septiembre de 2010 en el periódico A.M. de Querétaro.
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