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lunes, 13 de septiembre de 2010

COLUMNA HUMANIDAD-ES “DE NARCOS Y POLEMICAS”

Adolfo Ortega Osorio
Sobre la actual situación de inseguridad que vivimos en México y la polémica iniciada tras la captura del ahora famoso narcotraficante apodado “La Barbie”, vale la pena recordar algunas de las detenciones de criminales más conocidas de la historia reciente.
Alfonso Capone, también conocido como Scarface o Cara Cortada, es la representación más importante de la mafia. Este poderoso criminal, dueño de los negocios más sucios de la ciudad de Chicago en las primeras décadas del siglo XX, provocó algunas de las batallas más cruentas y sangrientas protagonizadas por las mafias en los Estados Unidos. Su detención en 1931, por evasión de impuestos, fue resultado del trabajo realizado por el FBI durante varios años. Sin embargo, a los ocho años de haber sido recluido en la cárcel federal de Alcatraz, Al Capone obtuvo su libertad condicional y siguió dirigiendo a su banda de mafiosos.
Otro caso emblemático en la lucha contra las mafias lo encarna Lucky Luciano, cuyo verdadero nombre es Salvatore Lucania, considerado el arquitecto del crimen organizado moderno. Luciano creció y se educó hasta llegar a ser uno de los más famosos extorsionadores de origen italiano que dominaron el hampa americano en el periodo de entre guerras.
La organización de Luciano era extensa, constituyendo un conjunto no oficial para el vicio en el estado de Nueva York. Legalmente, era prácticamente inaprensible ya que solamente se dedicaba a explotar a individuos cuyas actividades caían fuera de la ley. Sin embargo, en 1929 unos policías cansados de que sus crímenes quedaran impunes, se tomaron la justicia por su cuenta y le desfiguraron la cara. Este fue el único roce importante que tuvo Luciano con la autoridad. Casi siempre tuvo mucha suerte, de donde le vino el apodo de "Lucky" quien murió, aparentemente, de un ataque al corazón el 26 de enero de 1962 en Nápoles, Italia.
No podemos dejar de mencionar el caso del mexicano Jesús Malverde, aunque los detalles de su vida son muy imprecisos. Hay estudiosos que incluso se atreven a afirmar que nunca existió. Según versa la leyenda, era una especie de Robin Hood que "robaba a los ricos, para darle a los pobres". Se cuenta que fue entregado por un amigo, a petición del propio Jesús. En ese momento, se encontraba herido de bala, y sufriendo a causa de la gangrena. Malverde le hizo prometer a su amigo que usaría el dinero de la recompensa para hacer actos benéficos. Sin embargo, la promesa no fue cumplida, y del amigo, y del dinero, no se volvió a saber. Tras su ejecución, quedó prohibido darle sepultura. Se dice que permaneció colgado de un árbol, hasta que la cuerda que lo sostenía se rompió, y los restos cayeron. Así nació el culto a Jesús Malverde, el llamado 'Santo de los narcos', que es así como se ha hecho popular en la cultura mexicana.
Otro caso relevante en la lucha contra el crimen organizado lo protagonizó Caro Quintero, conocido como el “narco de narcos”, cuya fortuna se calculaba en 5 mil millones de dólares al momento de su detención, por lo que incluso ofreció a sus captores pagar la deuda externa del país a cambio de su libertad.
Las historias de estos famosos criminales que huyeron o fueron detenidos por la justicia han alimentado por muchos años la “mística” de la actividad delictiva. La detención de “La Barbie” pareciera contribuir a esa tradición. Por eso valdría la pena resaltar más su aprehensión que las circunstancias que llevaron a ella. Twitter AdolfoOrtegaO


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